15 dic 2024

La crisis de la industria: El azote de la conveniencia.

[TL;DR]: Admito que la entrada es algo densa y técnica, si quieres un resumen absurdamente reductivo y rápido, el problema central que alimenta los demás problemas de la industria actual deriva de un sistema de incentivos que va más o menos así: gran empresa te paga sobornos para cumplir índices arbitrarios, estudios reciben dinero y remplazan personal capaz en el proceso, personal nuevo es incapaz de hacer buenos juegos, éste personal corrupto protege el sistema a su beneficio, y como resultado final todos sufren en el proceso.

Mi insistencia es que estos problemas no derivan exclusivamente del lente ideológico, sino son problemas con vicios de nuestra especie completamente divorciados de ideología o alineación sociopolítica, el resto de la entrada expande y explica, dentro de mis facultades, este problema [fin del TL;DR].

Quiero empezar el texto con una disculpa de antemano porque esto es una continuación del tema de esta crisis que atraviesa la industria de los videojuegos, no nada más porque será seguir hablando de temas densos y pesados, sino también porque tendré que ponerme un poco más técnico que de costumbre para lo que corresponde a esta ocasión.

Recomiendo encarecidamente leer este tema desde esa entrada anterior ya que mucho de esto es expandir lo que se ha mencionado antes, pero de igual modo aquí un resumen rápido para quienes se lo perdieron en su momento: la industria de los videojuegos actualmente se encuentra sufriendo un apretón derivado de múltiples fracasos multimillonarios que golpean a todos los estudios y se han visto recortes mayúsculos que, según gente trabajando desde ahí dentro, no se habían visto desde la cataclismica caída de Atari en 1983.

Mucha gente rápidamente atribuye lo anterior al pleito con los temas “woke” o de “inclusión forzada” derivado de mandatos internos en pos de la igualdad y la justicia social, se quedan con esa impresión inicial y evitan discutirlo más a fondo porque, muy propio de la condición humana, siempre es mucho más fácil buscar explicaciones sencillas a problemas complejos.

nada mas dices "woke" y se suelta una de éstas

De nuevo, y debo insistir para los efectos de estas últimas entradas, quiero que las lean sin la suposición del párrafo anterior, no crean que esto es tema de progres corriendo por ahí con la batuta y listo, hay otros temas de fondo que actúan como la raíz de la cuestión pero eso solamente se puede discutir si están dispuestos a pensar que lo “woke” es solamente la superficie del problema y no la totalidad del mismo.

En la entrada anterior dije que este problema tiene dos capas operantes, la abstracta ya se cubrió en dicha entrada, así que en esta ocasión me voy por la que tiene más factores complicados: la capa concreta que se relaciona con los motivantes económicos y materiales que han remplazado la cultura de contratar en base a capacidades con una que premia y motiva la corrupción a lo largo y ancho del organigrama.

Con la recapitulación y repetición exprés del tema central, les agradezco de antemano que me den la oportunidad de explicarles esto y espero poder hacerlo tan ameno como me sea posible, por lo menos espero no parecer muy tedioso o aburrido.

 

SIN COMPETENCIA

Lo que viene en este segmento va a parecer una enorme tangente por las que soy medio infame, pero créanme que es fundamental al punto central de la cuestión concreta de la crisis en la que anda metido no nada más la industria de los videojuegos, sino casi la totalidad del entretenimiento aquí en occidente.

Es en la opinión de algunos círculos de economistas que, para la fecha en que estoy escribiendo esto, nos encontramos en medio de una “crisis de competencia”,  es decir, que múltiples entes económicos de todos tamaños y en todos sectores se encuentran cometiendo errores mayúsculos a lo largo de todos sus procedimientos, no por falta de personal, sino por exceso del mismo y encima exceso de personal indebidamente calificado.

Puesto de otro modo, las empresas en el mundo desarrollado han estado llenando sus nóminas y aparentemente proyectando excelentes avances contra el desempleo, mientras que en realidad llenan puestos con gente que ni siquiera cuenta con las debidas cualidades para sus trabajos.

Muy seguramente les va a sonar estúpido y descabellado cuando lo describo de esa manera, especialmente porque doy la impresión de hacer sumamente accesibles los trabajos cuando en realidad siguen pidiendo requisitos absurdos y exagerados como el clásico “quince años de experiencia recién egresado”, y también sonará completamente irracional el contratar gente por simplemente contratarla sin reparo ni pendiente alguno por la competencia, pero todo esto parece así si lo ves desde el lente del mercado de labor tradicional, porque mucho de eso ha cambiado en secreto por algunos años ya.

Este que ven en pantalla es Laurence Douglas Fink, o Larry Fink como casi todos le dicen, co-fundador y actual presidente de la empresa BlackRock, empresa que bien podríamos describir como la típica megacorporación de la distopía cyberpunk por el enorme tamaño de su fortuna, activos y demás bienes que posee, en serio que no se imaginan cuanto del flujo económico del planeta controla éste único ente privado.

Como típico elitista multimillonario del país de las oportunidades, está convencido de que la cantidad de dinero se relaciona directamente con la inteligencia y sabiduría personal de quien lo posee, y como cuenta con mucho más dinero del que sabrá qué hacer con él por el resto de cien vidas completas, ciertamente cree que sabe más de los problemas sociales que la gente que los padece; con ello en mente echó a andar un proyecto personal del que tal vez hayan escuchado ya (si no es que me han escuchado decirlo en Barroco Gaming): los fondos ESG.

Los fondos ESG, siglas para Environmental, Social, and Governance (medio ambiente, social y gobierno corporativo), son una iniciativa empresarial que busca, en palabras del mismo Larry Fink, controlar y forzar el comportamiento de la sociedad, supuestamente con el fin de que las empresas tengan un mejor impacto social con sus actividades, es decir, reducir emisiones/contaminantes, implementar programas de justicia social y mejorar las relaciones interpersonales en las empresas.

Para no echarles más rollo técnico del que hace falta, la forma en que operan esos fondos es que presentan una plantilla especifica de puntaje en esos tres ejes, que vendrían siendo los criterios de diversidad DEI, y las empresas que ofrecen esos fondos (más que nada BlackRock y Vanguard Group) están dispuestos a darte dinero siempre que cubras los requisitos de la plantilla de puntaje.

Un ejemplo burdo seria este: si tu empresa tiene 50% de inmigrantes en su nómina, tiene una flota de carros eléctricos y tiene una mujer musulmana discapacitada de etnia mestiza como jefa operativa, te haces acreedor a los fondos ESG. BlackRock y Vanguard literalmente están pagando dinero de su propio bolsillo entre y tanto otras empresas estén dispuestas a obedecer esas directrices. Ciertamente, Larry Fink no se andaba con rodeos cuando dijo “controlar y forzar el comportamiento”.

Sé que esto suena salido de la estereotípica película distopica donde la empresa tiene más poder que el gobierno, donde el dinero lo puede todo y al final del dia solo somos vasallos y esclavos contemporáneos ante el poder de los petrodólares, y ciertamente parece el caso, pero la arrogancia del multimillonario es asumir que puede vencer al enemigo más viejo de esta especie, uno contra el que imperios enteros han caído: la condición humana.

 

SIN PREVISION

Como podrás notar en los parámetros de la plantilla que describí previamente, las cualificaciones y los méritos NO forman parte de ella, entre y tanto suplas tu nomina, departamentos y puestos de trabajo con factores superficiales de diversidad (raza, credo, discapacidad, condición social), te vuelves participe de los fondos ESG.

A lo mejor Larry Fink creyó haber resuelto un ajedrez cuántico con toda su influencia y dinero, pero estoy seguro que los primeros en adivinarle el juego fueron esas mismas empresas participantes, y para que sepas a lo que me refiero, aquí te va un ejercicio de pensamiento sencillo.

Cuando "challenge everything" era para bien.

Supongamos que eres director de un renombrado estudio de videojuegos, acreedor tanto del prestigio como del estrés que viene de mantener esa empresa operando, y es la primera vez que te cruza por la vista los criterios de esos fondos ESG. Lees que dos empresas con riquezas solamente igualadas a las opulentas noblezas del medioevo puestas juntas están dispuestas a pagarte siempre que sigas sus instrucciones, así que ahora tienes una decisión:

  • Continuar trabajando con tu equipo actual, seguro del trabajo pero al mismo tiempo asumiendo todos los riesgos y siempre con la incertidumbre de saber si tu siguiente juego podrá cubrir los costos de operación y el presupuesto invertido.
  • Recibir el dinero gratis de gente que te lo va a dar con solo seguir sus instrucciones, completamente independiente de riesgos, incertidumbres y resultados.

No se me hace irracional ni descabellado asumir que elegirías la segunda opción casi sin pensarlo, y si de verdad caíste en esa conclusión, quiero ser el primero en decirte que es normal que hayas decidido eso. No es precisamente lo correcto, pero tampoco es una decisión particularmente difícil, menos aun cuando notas la forma en que impacta otros aspectos.

Ya que la plantilla no exige certificaciones obligatorias, puedes literalmente llenar las directrices de la nómina con cualquier hijo de vecino, independiente de experiencia o trabajo previo, y pagarles lo mas mínimo, puedes incluso deshacerte de tu personal actual experimentado, esos que cobran mucho y cuestan un montón de prestaciones, para hacértelo todavía más fácil. ¿Pagar menos nómina y al mismo tiempo recibir dinero gratis? ¿Quién diría que no?

Mejor aún, existen agencias dispuestas a hacerte ese trabajo por ti, consultores especializados en analizar los requisitos de la plantilla para los fondos ESG que contratan al personal y vigilan el contenido que produces para que quede acorde a los criterios, tu nada más les pagas una porción de lo que vas a recibir y listo. ¿Pagar menos nómina y delegar el trabajo restante a gente que me consigue ese dinero gratis sin tener que hacerlo yo? ¿Cómo negarse?

Este es tu cerebro con dinero gratis.

Nótese que todo esto es completamente independiente de alineación ideológica o pensamiento sociopolítico, es una decisión enteramente basada en la conveniencia inmediata; si la plantilla dice que tiene que ser gente de lo más progre para ello, no importa, el punto es llenar la plantilla lo más rápido posible para que BlackRock te mantenga a base de reembolsos, así de simple y sencillo. La decisión es exactamente la misma así el requisito pida inmigrantes con distintos niveles de melanina en la piel o los más tradicionalistas cristianos europeos reaccionarios.

Así como en la entrada previa describí una infraestructura que protege y promueve la arrogancia, aquí describo el modo en que los incentivos materiales terminan promoviendo la incompetencia y la corrupción, ello al colocar una infraestructura que excluye a la gente capaz en favor de rasgos superficiales completamente divorciados de los méritos.

La simbiosis infernal que ambos componentes sostienen recae en que recursos humanos recibe la plantilla y tienen todo el incentivo del mundo para excluir a “oponentes políticos” percibidos, no porque se decidió enteramente con alevosía y malicia, sino porque hacerlo les da acceso a fondos que no les exigen trabajar demasiado.

Cierto, la gente que participa y perpetúa ésta situación suele llenarse la boca con lo inmensamente progres que son, y muchas veces con suma agresividad y arrogancia, pero la base que mueve todo esto es la simple y llana complacencia de la condición humana a través de la ley del menor esfuerzo. Aclaro que esto no justifica nada de lo que ocurre, ni tampoco hace menos daño solo porque argumento yo que no deriva esto de malicia deliberada, porque sin lugar a dudas esta gente está causando muchos estragos con su inmensa irresponsabilidad.

El juego no es tanto "incluir woke", sino "comprar conveniencia".

Es posible que hayas caído en la cuenta de la baja calidad de los trabajos no solo en los videojuegos sino en mucho del entretenimiento occidental, y es precisamente por toda esta infraestructura que pone gente sin mérito ni talento a llenar puestos de chocolate, donde la gente no trabaja ni le interesa porque solo van a llenar una plantilla, todo reforzado por un departamento de recursos humanos que activamente protege ésta incompetencia por sus propios intereses, que al mismo tiempo sostiene una red corrupta donde lo que importa es repetir los lineamientos de los fondos ESG y no la calidad del trabajo.

Como lo dije también en la entrada previa, muy poco debería sorprendernos ver que las cosas están asi de mal con los lanzamientos recientes, con los estudios y la gente que los compone, y con la relación que tienen estas empresas con su clientela. No les importa proteger su prestigio o su calidad, les importa proteger los reembolsos gratuitos que reciben de BlackRock.

Lo peor de todo es que nada de esto ha contribuido a un solo impacto social positivo, por el contrario, han motivado esta crisis de competencia, a BlackRock le roban dinero a toda luz sin ver un solo cambio social positivo, y Larry Fink pierde el juicio en llamadas con sus inversionistas cuando le cuestionan esa misma falta de resultados.

 

SIN SENTIDO

Los vicios que han salido de la complacencia anterior se han salido de control, porque ahora en la industria de los videojuegos predomina ésta mafia que agresivamente busca proteger el acceso a estos fondos y la obediencia a sus criterios.

Cuando se destapó la hecatombe de las agencias de consultoría que “auxilian” a los estudios de videojuegos quedó expuesta la cruel realidad en la que son actualmente desarrollados: estas personas llegan a un trabajo ya en desarrollo, básicamente rehacen y reescriben todo el trabajo para que quede acorde a esas directrices de diversidad, y muchas veces es a expensas de los esfuerzos de programadores y artistas que poca voz y voto tienen en todo esto (porque no se crean ni por un momento que la totalidad de estos estudios están de acuerdo con lo que hacen).

Antes de consultoria vs despues de consultoria, ¿cual preferirias jugar?

Los artistas y programadores no pueden quejarse ni exponer nada de esto porque no solo corren el riesgo de ser despedidos, sino que esta gente ya tejió una red profesional donde son capaces de poner a “elementos indeseables” en una lista negra, asegurándose que jamás consigan empleo en ningún otro estudio dentro de la industria.

¿Y acaso ustedes creen que estas agencias de consultoría están arriesgando su propia cosecha en el proceso? Por supuesto que no, ellos no hacen más que cobrar para “arreglar” el trabajo de los estudios grandes, mismos que están más que de acuerdo con ello porque significa recibir dinero gratis de BlackRock/Vanguard, y no tienen que cubrir cosas como metas de desempeño o fechas de entrega, a ellos les pagan y listo, no tienen que ponerse la camisa de once varas que los demás desarrolladores de planta portan.

¿Por qué éstas agencias reaccionaron con tanto desdén y tanta agresividad cuando los expusieron? Porque una mafia depende de actuar desde las sombras, se beneficiaron de estar fuera de la luz pública y, ahora que quedaron expuestos, van a proteger esa infraestructura que tanto dinero gratis les entrega a como dé lugar y así sea lo último que hagan.

Otro sencillo ejercicio de pensamiento, ¿Qué factor en común tienen los siguientes fracasos de lanzamiento?

  • Suicide Squad: Kill The Justice League
  • Concord
  • Dustborn
  • Dragon Age: Veilguard
  • Star Wars: Outlaws
  • Unknown 9: Awakening

Todos y cada uno fueron auditados por agencias de consultoría, hasta el último de ellos, y son también los responsables de contribuir a la dictadura de recursos humanos que describí en la entrada anterior; así como recursos humanos establece a rajatabla que toda interacción debe ser cuidadosamente castrada para “no ofender”, estas agencias de consultoría castran por completo cualquier impulso artístico en los videojuegos para “no ofender”, solo que peor porque no es suficiente con hacer pasta gris estéril, es pasta gris estéril que apenas puedes jugar y tiene una estética salida del infierno.

Otro que pasó bajo el peine de las consultorías, nótese la narrativa que tienen que tejer

En esos círculos superiores de toma de decisiones ya no existe una cultura del mérito y la excelencia, es una vil corruptela de individuos que sostienen estas infames relaciones de conveniencia donde los únicos y exclusivos beneficiarios son sus participantes; no los directores que creen en sus proyectos, no los programadores que de verdad saben optimizar, no los artistas que quieren ver su visión y estilo plasmado, absolutamente nadie que de verdad trabaje de corazón en los estudios tiene un solo beneficio de este problema, solo los corruptos parásitos que lo mantienen.

Repito y enfatizo que lo peor y más indignante de todo esto es que no hay un solo beneficio neto que justifique uno solo de los problemas en los que está metido el mercado laboral occidental, ¿Qué mal social en específico ha sido resuelto con estos fondos ESG? ¿Qué beneficio neto particular ha obtenido la sociedad por ello? ¿Se desarrollaron nuevas y mejores prácticas de trabajo? ¿Acaso hay menos crímenes en los barrios bajos por su presencia? ¿El hampa común es más pequeña desde que los implementaron? ¿Tienen los pobres más acceso a lujos contemporáneos gracias a esto?

Claro que no, no hay una sola mejora social desde la entrada de los fondos ESG o las directrices de diversidad, en todo caso las cosas están mucho peor, los estudios pierden incontables millones de dólares en proyectos fallidos que termina causando pérdidas masivas de empleo a lo largo de todas las publicadoras, empleos que curiosamente ninguno de estos lerdos corruptos pierden, y todo para juegos horribles que nadie quiere ver ni pintados por mucho que Marketing Gang me chille y me llore que los cuatrillones de septillones de miembros en la “audiencia moderna” existen.

Y se refleja muchísimo peor en Larry Fink, que creyó haber resuelto su ajedrez cuántico social y ahora por su culpa tenemos que lidiar todos con el absoluto desastre social que desató sobre el hemisferio occidental, mi único consuelo personal es saber que pierde el juicio del coraje de saber que todo este fracaso rotundo que hace llamar “experimento” para “forzar el comportamiento” le explotó en la cara.

 

NO SIN RUMBO

Nuevamente enfatizo con mucho ahínco, deben entender que todo lo anterior no deriva exclusivamente de la ideología o alineación sociopolítica, éste experimento provino del vicio humano de la conveniencia derivado de la ley del menor esfuerzo, y de ese vicio es que derivan justamente las dos capas de este problema. Dicho de forma directa, todo esto es resultado de las fallas de la condición humana, no de una gran mega conspiración como ambos bandos en los extremos ideológicos tanto alegan.

Les dije que era paradojicamente sencillo y complejo.

Nada de la infraestructura deriva específicamente de ser “woke” o progre en naturaleza, esos simplemente son los requisitos con los que decidieron operar estos fondos y directrices de inclusión, de verdad que estaríamos viendo exactamente el mismo problema si los requisitos fuesen de corte tradicionalista y religioso; la incompetencia es completamente incluyente en el sentido de que no depende de raza, credo, nacionalidad ni condición socioeconómica para hacerse notar.

A lo mejor va a parecer algo hiperbólico de mi parte sugerir que la solución a este problema es simplemente purgar totalmente a los agitadores ideológicos y remover por completo los incentivos de los fondos ESG para corregir este problema de una buena vez y para siempre, y en efecto estoy de acuerdo en que ese curso de acción es relativamente sencillo y directo, pero tengan bien sabido que ésta gente va a actuar como el animal arrinconado: va a pelear hasta su último aliento y hasta con la última fibra de su instinto de supervivencia, no se van a dejar mover así nada más.

Van a utilizar hasta el último de los favores de toda esa red de influencias y toda esa infraestructura de corrupción para protegerse, y después de todo, ¿por qué no lo harían? Han sido contratados justamente por su falta de calificativos y méritos, no saben hacer otra cosa, afrontar cualquier alternativa es simple y llanamente el desempleo, esto es meramente otra capa de conveniencia que hay que atacar para resolverlo.

Desafortunadamente para nosotros en la audiencia, esto nos deja con pocas opciones, pero esas pocas opciones son más que suficiente para hacer efecto, después de todo los juegos auditados por las consultorías y subyugados a la plantilla de los fondos ESG han sido rotundos fracasos, por algún lugar se tiene que empezar.

La parte del consumo ya está cubierta de algún modo, pero para poder continuar con esta presión hay que investigar más a fondo, hay que ver la clase de gente que está tras los proyectos, saber qué hacen con su núcleo de talento y con quienes deciden apoyarse. No digo esto porque haya que traer de vuelta las camarillas de vigilancia y los clubes resentidos de nuestros días de estudiante, sino simplemente para saber quiénes operan en base a lo que saben hacer y quienes operan en conjunto con consultorías o plantillas de criterios DEI.

Como por ejemplo...

Muchos de los talentos del antaño han decidido poner sus propios estudios y empezar desde cero, esta vez alejados de esas publicadoras que tanto daño les hizo y también por quedar excluidos por la actual corruptela que específicamente los quiere fuera, un ejemplo predilecto actual es Exodus del estudio Archetype Entertainment, creado enteramente por veteranos de la vieja guardia de BioWare, Bungie y otros estudios de ese renombre. Revisando su sitio no me parece tener la marca de la bestia ESG, pero mucho aun es conceptual y cualquier cosa puede pasar, solo espero que sea un buen punto de partida para el cambio que tanto hace falta.

Si por algún azar del destino sucede que eres desarrollador o estás por fundar tu propio estudio, ten mucho cuidado con el organigrama y con los programas de apoyo externo que pretenden bajar la luna a tus pies o tapar el sol con un dedo, sé que es muy difícil lidiar con el vicio de la flojera y sus estragos, pero si el “tono en la cima” comprueba algo es que el solo hecho de estar vigilante y apretar un poco las tuercas en contra de ese comportamiento convenenciero puede hacer maravillas por la cultura empresarial, aunque venga una turba a decirte un montón de cosas y a “cancelarte”, tu sé asertivo con tu proyecto, que la clientela sea quien decida, no el sabor ideológico de la semana.

Fuera de vigilar los movimientos de veteranos previos y sus potenciales socios, siempre seguiré insistiendo en continuar consumiendo lo que la rama independiente de la industria cocina en sus estudios, y como ya tiene tiempo que no hago una lista de recomendaciones, aquí les dejo otra de algunos juegos a los que les eché el ojo:

  • Against The Storm
  • Soulash
  • Tavern Master
  • Caves Of Qud (porque ya salio su versión completa)
  • Cliff Empire
  • Let’s Build A Zoo

Y todavía tengo algunos otros pendientes en la lista, de verdad que no les puedo aconsejar lo suficiente que prueben lo que hacen los estudios independientes, aún hay muy buenos juegos en esta industria, solo que esta vez nos toca buscarlos con un poco más de cautela.

Pero sobre todo, y más importante, espero haberte ilustrado la importancia de ver este problema desde otro punto de vista, no soy tan arrogante como para decirte que le encontré la quinta pata al gato, pero si me siento seguro diciendo que no es suficiente dejarlo en acusaciones contra lo “woke” o lo progre, así que espero que al menos veas este asunto desde un enfoque diferente y con un enfasis en buscar la raíz en lugar de quedarse con los elementos superficiales.

Al menos eso es lo que tengo que aportar respecto a esta crisis que tanto ha afectado no solo al entretenimiento, sino a muchas ramas económicas de occidente, de nuevo lamento si el tema quedó extenso y pesado, pero siento que por lo menos tenía que exhibirlo de alguna manera antes de continuar hablando de otras cosas.

En fin, saben que la caja de comentarios está ahí para que mencionen lo “mucho texto” o cuanto puedo clavarme en temas por kilómetros y kilómetros de texto, lo último que me queda desear es que no les haya parecido muy tedioso o aburrido. De nuevo, una disculpa si fue el caso.

Cuídense mucho mientras tanto y los veo en la siguiente entrada.

Fuerza y sentido para todos.

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