Aquellos ayeres... |
Tuve mi primer encuentro con los videojuegos alrededor de los cinco o seis años de edad cuando un conocido me dio la oportunidad de probar el juego ESPN Xtreme Games en su PlayStation, poco después mi padre terminó comprándome la consola y el resto es historia: desde entonces hasta la fecha sigo fascinado con ellos y estoy seguro que ese será el caso incluso cuando tenga ya un pie en la tumba.
A lo largo de los años he jugado
un montón de títulos a través de un amplio catálogo de géneros, todo ello me
sirvió para adquirir un nivel de apreciación mucho más profundo, ya no es nada más
el hecho de divertirme con la experiencia sino el saber y reconocer el esfuerzo
de fondo que dio origen al videojuego: el proceso creativo detrás de la
colaboración interdisciplinaria de artistas audiovisuales, técnicos
programadores y diseñadores de juego.
Todo ello, combinado con el mar
de conocimiento, entretenimiento y testimonios que es el internet, despertaron
en mí el interés de querer hablar sobre los videojuegos, pero siempre tuve
dificultades para ello: mi corta edad de estudiante, mi torpeza para redactar y
comunicarme, mi profunda ignorancia del tema y la falta de madurez me hicieron
prácticamente imposible emprender una charla genuina al respecto, o al menos
una sin parecer un completo orate, por lo que ese proyecto se quedó en el
congelador por varios años.
Recientemente, con una especie de
consciencia social colectiva más conectada que nunca mediante las redes
sociales, un evidente declive de la calidad a lo largo y ancho del
entretenimiento occidental y un poquito más de edad, madurez y experiencia de
mi parte, me parece que no puede haber un mejor momento para despertar esa idea
y traer de vuelta un espacio de expresión dedicado a los videojuegos.
No pretendo insinuar la ridícula
arrogancia de esperar que esto llegue de la noche a la mañana a los ojos de
millones ni que mis pensamientos formen una serie de pontificaciones dogmáticas
donde claramente yo y solo yo tengo la razón en las palabras que aquí redacte,
lo que pretendo es más que nada dejar un granito de arena en una discusión que,
para la fecha en que escribo esto, no puede ser más hostil, desviada por
completo en dejos de dimes y diretes que nada aportan al tema central.
Mi enfoque es hablar aquí de los
videojuegos (y sus temas aledaños) de una forma más civil y productiva, que por
lo menos sirva de legítima utilidad para quien las lee. No pretendo que el
lector esté siempre de acuerdo conmigo ni mucho menos, siempre tendrán aquí
espacio para su punto de vista, pero por lo menos quiero que inicie una
conversación que se apegue al tema y no se quede nada más en un mar de insultos
pasivo-agresivos que en nada ayudan a nadie.
Lo repito, me encantan los
videojuegos, me encanta hablar de ellos y de igual modo me duele (dentro de lo
razonable) ver el estado en el que se encuentran, porque los he visto en su
cúspide, se lo bien que se pueden hacer porque se han hecho antes, se puede
volver a eso y se pueden hacer incluso mejor que nunca. No pretendo insinuar
que mis palabras serán el parte aguas que hará la diferencia por si solas y que
gracias a mi todo se puso en marcha, pero creo que vale la pena por lo menos
contribuir a mover la conversación a un mejor y más productivo enfoque.
Espero que por lo menos
encuentres algo útil en estos textos, así sea que estés de acuerdo o no con lo
que digo, y por sobre todo muchas gracias por darme un poco de tu tiempo,
aunque sea para leer esta introducción.
Fuerza y sentido para todos.
LET'S FUCKING GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!11!!!1
ResponderEliminarTus opiniones y puntos de vista siempre me han parecido muy interesantes. Así que clarín bombín que me alegra mucho saber que les vas a dar un registro. Sería una lástima (para tu fan número 1) si quedaran en el olvido. Pero viendo que ya estás compartiéndolo en un lugar especial es como tener una biblioteca dedicada a tus cromosomas. ¡Chi, cheñor!~
ResponderEliminarAsí que acá me vas a tener invadiéndote o "rayándote" el blog :3